A medida que vamos dejando atrás los meses de invierno, los días comienzan a ser más largos lo que desencadena acontecimientos dramáticos en todo el mundo natural. En marzo, una ola de cerezos en flor se despliega por todo Japón, lo que señala la llegada de la primavera. La temporada de nueva vida estimula a muchas criaturas a encontrar pareja.
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